sábado, 6 de agosto de 2011

El cariño por cero

Hace ya bastante tiempo, cuando estudiaba en la universidad, durante las clases de matemáticas tocó el tema de sistemas de numeración y ello mezclado con todas las clases que recibía (con agrado eso sí) provocó  que se me ocurriera este texto, basado en un hecho que si bien en su momento fue ficticio, casi todos hemos vivido aunque lo expresemos de diferente manera: la pérdida de un amor y el sentimiento de que todo aquello que disfrutábamos se ha tornado en algo sin importancia.

Sirva lo anterior de introducción. Les presento:

El Cariño por Cero

Encuentre
donde f(x) representa el número de latidos de mi corazón.

Ahora que te pierdo no soy mas que un tonto con la cabeza llena de porquería escolar que nada me ha servido, porque en el corazón la ciencia no entra, ¿de qué sirven las matemáticas, la física, la estadística, si en el corazón no mandan?

¿Cómo se administra un corazón roto?
¿El ciclo “for” sirve para programar el destino?
¿Cómo se maximiza el cariño?
¿Cuál es el camino más corto para amarnos?
¿Cómo se predice el tiempo que estaremos juntos?
¿Cómo se calcula la fuerza del flechazo de cupido?
¿Quién puede decirnos como usar la relatividad para alargar nuestro tiempo juntos?
¿Cuál es el diagrama de alto nivel de la forma en que nos enamoramos?
¿Qué coordenadas indican el lugar donde volveremos a encontrarnos?
¿Cómo se calcula lo que nos amamos?
¿Cuál es la probabilidad de volver a amarnos?
¿Cuál es el peso molecular de un suspiro?
¿Con cuántos suspiros puedo producir suficiente energía para encender un foco?
¿Con cuántos pensamientos en ti puedo obtener electricidad para carbonizar mis sentimientos en el asador del olvido?

No tengo respuesta a ello, solo sé que mi cariño es tan grande que no habría número lo suficientemente enorme para que al restarlo desapareciera y no puede multiplicarse por (–1) porque no puedo odiarte. Mi amor no puedes dividirlo, ni restarlo, y su raíz eres tú. Supongamos un momento que el amor que te tengo es un gran número, el amor que tu me tienes es otro, mi amor no puede desaparecer, la única forma de desaparecerlo sería multiplicarlo por cero... pero buscaría la manera de cambiar de sistema numérico por uno en que el cero no represente el vacío...

8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

El amor es inmune a la razón.
De ahí su magia.
De ahí su dolor.

Saludos.

Rosa dijo...

Si hubiesen sido así las clases de matemáticas cuando estudiaba...

Preciosa fórmula.

Besos desde el airerater

ƸӜƷ Dayana dijo...

Siempre tuve malas relación con las matematicas,pero explicadas de esta forma son maravillosas.

David Cotos dijo...

asu que tal idea. bien ahí.

Humberto Dib dijo...

Entré a tu blog de la mano de Davic C, me pareció una entrada muy ingeniosa, luego leeré las otras.
Lo cierto es que voy a quedarme como seguidor.
Si tienes ganas (y sin compromiso), puedes pasarte por mi espacio.
Un cariño,
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com

Ardid dijo...

Gracias por pasarte. Me alegro de que te haya gustado aunque se haya quedado cortado. Hay más del estilo por si quieres echarle un vistazo. Beijinhos.

V de Tierra dijo...

el peso molecular de un suspiro? wow! no se me hubiese ocurrido; es q los numeros no van mucho conmigo. Super texto! saludos

Andrés E. Medina dijo...

Muchas gracias a todos por haberse dado una vuelta por aquí. Me gustaría poder seguir contando con su presencia, por mi parte, seguiré visitándolos en sus respectivos blogs.