viernes, 21 de noviembre de 2008

... Y entre los brazos de otra


Estimado lector: no recuerdo exactamente cuando escribí el siguiente pensamiento, creo que fue por allá de marzo-mayo del año 2004, luego de una pérdida que en su momento consideré grande, pero que visto en retrospectiva resulta que fue lo mejor que podía haber sucedido precisamente porque alguien más tenía que llegar a mi vida. Sucede que a veces, para intentar mitigar el dolor de una pérdida lo único que nos queda es el anhelo de que algo bueno vendrá (y créanme, sí llegará) , la ilusión no de aquello que cumpla nuestros sueños, sino que en principio que nos reconforte el alma.


Por aquellas épocas leía yo mucho, entre otros, a Charles Bukowski. Un poema de él, titulado "Fuera de los brazos..." me inspiró a crear el mío propio que expresara lo que yo sentía y aunque guarden cierta semejanza considero que la diferencia en forma y emoción es profunda.

Con esa introducción les presento:

... Y entre los brazos de otra.

Quisiera estar junto al mar,
platicando y bebiendo,
acurrucadito en los brazos
de esa que ha de amarme un poquito más,
escribiendo canciones y cuentos,
soñando, pensando y tratando de olvidar.

“He muerto mil veces,
creyendo y esperando”,
esperando que ella cambie,
esperando que entienda,
que la fuente de sangre
se detenga.

Pero más alfileres llegan a mi vida,
volviéndome loco,
mientras sé que ella baila con alguien,
que pasea con alguien,
y me imagino el resto,
que la toma en sus brazos,
que la besa en sus labios.

¡Oh Marte!, ¿como mitigar mi dolor?
Solo queda esperar,
esperando olvidar,
para no dañar
aquello que en su tiempo me hizo suspirar.

No es nada agradable esperar,
ni hablar,
ni tratar de olvidar,
es más agradable buscar
y encontrar a la mujer
que te diga quedito,
suavecito,
con jadeante cadencia
y a punto de la demencia,
tu nombre,
en la tibia oscuridad.

1 comentario:

Kardu dijo...

WOW, muy bueno...

La parte que mencionas en la introducción: "Sucede que a veces, para intentar mitigar el dolor de una pérdida lo único que nos queda es el anhelo de que algo bueno vendrá "

Es muy cierto, a veces en las decepciones amorosas por más dolorosas que sean, debemos siempre salir adelante y tratar de pensar con optimismo....esperar a que algo mucho mejor venga a nuestras vidas.

Esto me recuerda mucho a mis experiencias en el amor....muchas veces cuando las cosas no funcionan no vale la pena forzar nada...simplemente uno intenta dar lo mejor de sí mismo, pero cuando la situación no mejora o no funciona entonces el "forza" algo puede salir contraproducente.

También cuando algo termina, hay que esperar en un futuro de manera optimista, y como lo menciono sin forzar nada. Una relación basada en la desesperación o en la búsqueda de alguien más para olvidar una pareja anterior, puede ser más dañina para la nueva pareja como para uno mismo.

Del texto pues te puedo decir que me gustó mucho...cada verso expresa un sentimiento de lo que se vivió en el momento y me hizo recordar mis estados emocionales de cuando he llegado a sufrir una pérdida o desilusión amorosa.

Buen escrito!

Salu2