domingo, 19 de julio de 2009

En sepia

Luces hermosa, pensativa,
como si te resignaras por el pasado
aún sin encontrar tu futuro,
pero con esperanza.

Como si hubiera partes del pasado que aceptas
pero otras que quisieras cambiar,
como si buscaras un futuro lejos,
tal vez hasta de ti misma.

Luces como una persona con fuerza interna,
aún cuando eres de delicado exterior.
Aún a la distancia se percibe tu perfume,
pero no colores sepia sino vivos,
como de fresca turbulencia de un pasado cercano.

Y aquello que más luce en ti
no es ese adorno que se ciñe al cuello
si no tus pupilas rebosantes de ilusión
que miran a la lejanía como buscando algo,
tal vez a ti misma.

Primoroso rostro, como esculpido por los dioses.
como si quisieran expresar en cada fragmento de ti
lo que significa un sueño, una ilusión,
una lucha contenida.

El futuro, que otrora miraste en lontananza,
ha llegado,
y ha convertido tu alma en un melancólico sepia,
pero en tu mirada se puede descubrir
que hay un prisma en tu interior.

Un prisma capaz de transformar
en todo un rango de tonalidades
su experiencia si tan solo tuviera un poco de luz,
si tan solo no hubiera sido depositado en las tinieblas.

Mira a través de la rendija que aún queda,
rompe la oscuridad reinante,
utiliza los destellos poco usuales,
muéstranos de nuevo tu alma en colores.


Nota: Imagen, modificada de http://electron9.phys.utk.edu/phys135d/modules/m10/images/prism.jpg

1 comentario:

Marta dijo...

Salir fuera para encontrarse dentro,
mirar lejos para encontrarse cerca.
Es difícil a veces mirar el pasado sin temor a convertirse en estatua de sal.

Es un texto con la luz encendida, en esa oscuridad.

Un abrazo
Alma